Nada nos pertenece y aun así somos esclavos de nuestras posesiones. Pretendemos coger de la mano a alguien cuando, inconscientemente, les encadenamos a los pilares de nuestra vida, temiendo que éstos se derrumben apenas sople el viento o suba la marea.
El final está ya escrito. Somos fugaces, y cuando no somos piedra somos polvo. Y cuando somos polvo ya no somos nada.
Muy bonito, me recuerda un poco a BLME :)
ResponderEliminarMe encanta encanta encanta el diseño de tu blog *-*
me quedo, besitos
¡Muchas gracias!
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